viernes, 31 de diciembre de 2010

Never let me go (2010) "Destino Trazado"

Una profesora – o más bien una vigilante o inspectora en nuestro léxico habitual-, le cuenta a un grupo de niños acerca de su futuro, comenta las diferentes alternativas posibles ante la clásica pregunta ¿Qué quieres ser cuando grande?, entonces podría aparecer la ingeniera, el profesor, vendedora, carabinero, dentista, doctor, etc. etc. Sin embargo estas no serán las tradicionales alternativas para estos niños, pues ellos desde su origen ya tienen un destino alternativo.
En una forma de vida paralela, en este mundo nuestro, pero en una experiencia cotidiana ajena y difícil de entender, el escritor instala una atmosfera de temor, que termina consumiendo al espectador en la profunda tristeza.
“Never Let Me Go” (2010) nos muestra la experiencia cotidiana de vida de un grupo de niños en Hailsham una escuela inglesa, donde les enseñan lo clásico de toda experiencia educativa, sin embargo, son diferentes. En un comienzo crees que son superdotados,  tal vez huérfanos, o miembros de una comunidad religiosa muy apegada a sus reglas. Los gestos, las actitudes y formas de relacionarse entre ellos no nos permiten asociarnos, sentirnos identificados, a lo que la ambientación de época  –imprecisa- contribuye.
Tres niños protagonizan la historia, Kathy, Ruth y  Thomy claramente no son personajes cualesquiera. Primero Kathy  inteligente, de ojos profundos, cabello rubio abundante, de risa escasa pero sincera, expresiva, preocupada y talentosa. Ruth, inquieta de ojos vivaces, estilizada, de cabellera castaña, curiosa pendiente del primer beso, el sexo y los hombres. Por último Thomy un niño especial dentro del conjunto de niños especiales de la escuela, rubio, de mirada triste y perdida, aparentemente no es bueno en artes y deportes, por lo que es discriminado e incomprendido. Grita con fervor, su rabia es intensa e incontrolable, lo cual lo hace más rechazado.
Los niños crecen y se enfrentan a la vida fuera de la escuela, no conocen, ni saben relacionarse en el exterior, se inquietan, pero asumen su destino. Conocen su destino, pero de algún modo el contacto con otras formas de vivir, les hacen aferrarse a las posibilidades, extensiones temporales y alternativas.
Esta es una película atípica, distópica, es decir alejada de los parámetros básicos de una sociedad ideal, que nos enfrenta a un posicionamiento complejo, que limita una comprensión y cercanía con nuestras propias experiencias.
Sometidos ante el abismo del destino trazado, un grito desgarrador de Thomy nos invita a pensar en la impotencia y la falta de esperanza, de forma inconsciente comenzamos a valorar más nuestra existencia y los motivos del estar aquí, sin embargo la sensación de tristeza lo invade todo, resumidos en la mirada profunda de una actuación deslumbrante de Kathy que nos despide en uno de esos finales que más que predecible, se convierte en deslumbrante.

jueves, 30 de diciembre de 2010

El Frasco (2008) "En busca de un destino"

Se ha leído y escuchado por ahí que el cine argentino  ha avanzado a pasos gigantescos. Y la verdad es que seguramente hacer cine en la región puede resultar complejo, porque seguramente los patrocinadores son escasos y la imaginación se ve mermada por los intereses corporativos y varios. Es así como nuestros vecinos de la costa atlántica se han podido destacar por aquello que se nos acerca y conecta con lo proyectado: las excelentes historias cotidianas. Sólo hay que pensar en “El secreto de tus ojos”, peliculona que a una gran mayoría nos deja embobados.

El “El Frasco” a partir de una historia simple y cotidiana de un pueblo llamado “Villa Josefina”, zona rural de la provincia de Santa Fé, permite ir avanzando desde lo escueto e ir iluminando con colores cálidos los sentimientos de los personajes presentados. En un paisaje rural,  se nos presenta a “el mudo”, un hombre taciturno, de pocas palabras, chofer de un bus de la empresa “El Pulqui” de recorrido bello en medio de los parajes de la zona. Él encuentra el amor en Romina, una maestra de ojos verdes-azules. Claro está que para que ese amor se desarrolle, deben pasar muchas cosas en el camino, y la resolución de cómo enfrentar ese cariño y el posible desenlace se da en medio del transcurso pacífico de las horas de pueblo argentino, con sus personajes entrañables y lugares seguramente tan comunes para algunos, pero tan alejados para nosotros ratas urbanas. Lo bueno es que la sencillez  de la cotidianeidad,  así como el uso del lenguaje costumbrista de la zona, y el uso de ideas tan simples y sin adornos,  nos permite ir avanzando en esta película e ir descubriendo por ejemplo como se relaciona la señora de “una parada” (estación de servicio en medio del camino) junto a sus hijos y un tipo fenomenal con cara de nada que juega yoyo.

Todos estos elementos, nos dan un marco de la historia entre la maestra Romina y Juan “el mudo”, haciendo que éste último, a partir de un favor que ella le pide, y que involucra un objeto tan simple y común como lo es un frasco de conserva, sea un adminículo de valor y desenlace, donde la historia pareciese finalmente, y aunque parezca gracioso, enfrascarse en un sinfín de imágenes memorables, frases de antología y mucho por lo que pensar. Enojos de Romina, los personajes del pueblo, el machismo y las formas de entablar todo.  Así, reflexionamos sobre nuestros propios miedos, rencores y situaciones que hemos vivido y que de alguna forma los enfrascamos en un lugar, pensamos que eso no están presente, y la verdad es que si están, pero como sabemos que los mantenemos ahí…en un lugar seguro y oscurito, estamos confiados en que éstos queden guardados en los lindes de la memoria melancólica (enfrascados), y  si abrimos ese frasco, que sea muy poco, para que no se nos arranque nada. Y resulta que muchas veces, ese frasco se cae, y por consecuencia se rompe, y lo que hay en su interior sale y nos duele. Y esta película lo demuestra de manera perfecta. El cómo hacernos cargo del pasado, el estar en el presente y el proyectarse hacia el futuro.
El frasco: simple como el objeto. Y como debería ser nuestra vida en muchas ocasiones.

Esta película está disponible para ser prestada, así que nuevamente: comunicaos!

viernes, 19 de noviembre de 2010

Persépolis (2007) "Buscando el color"


Sin duda, las circunstancias en las que las personas crecen dejan marcas imborrables en todos nuestros actos y sentimientos futuros. Personas que han estado rodeados de sociedades tolerantes, abiertas y culturalmente avanzadas adquieren conocimientos y tienen vivencias que los hacen ser de una manera determinada. Personas que que han resistido guerras, persecuciones y represión social, adquieren otras miradas de la vida, siguen cursos que desencadenan en desafección y por lo general (y a pesar de que resulta odioso generalizar), son personas grises. Colorido y gris. Son las opciones que nos presentan nuestras sociedades. ¿Opciones?, pareciera ser que no es así..más bien imposiciones. Determinantes.  Así mismo, personas que han sufrido etapas dolorosas, infancias solitarias,  momentos continuamente difíciles, pareciera ser que las heridas resurgen a medida que van creciendo. Pero existe cura. El actuar y reconocerse es mi modo de hacerlo. Y eso no tiene nada de gris.
 Pero si, “Pérsepolis” se presenta como una animación gris. Y esa tinta carboncillo del dibujo marca una pauta en todo el film. A pesar de que siempre he tenido un rechazo casi no entendido por las películas animadas, asignándoles un prejuicio per sé, al no querer intentar transmitir lo mismo a partir de las bondades del cine tradicional (actuaciones, belleza desechable, fotografía y la acción de los milímetros y aquellos espacios lejanos inalcanzables), a la hora de ver a aquellos monitos, me doy ánimo solito y les doy la oportunidad. Por suerte, está última no me ha defraudado, ya que utiliza todos los recursos por los que siempre, y ahora pensando un poco mejor, me atraen finalmente las películas animadas (lo de saltar de un lado a otro, mantenerte alerta con las expresiones, y la historia...principal elemento de enganche).
 Entonces, esta es la historia de una niña que crece hasta ser una adulta con una linda peca negra en su nariz. Vive en Irán y sus padres son opositores al reinado del Sha de Persia imperante hasta ese momento (y de ahí Persépolis, polis = ciudad y bla bla bla).  Se pregunta cosas en cada una de las etapas que nos muestran. Primero desde la infancia, Marjane, nuestra protagonista, lleva una vida cargada de blancos y negros bellos (los grises), queriendo saber esto y aquello, habla con Dios, dice que es una profeta, quiere estar presente en las conversaciones de los adultos y sabe que algo anda mal por ahí, el tufillo raro de que puede pasar algo. Y así es, ya que su país se convierte al Islamismo y todo cambia. Las costumbres se vuelven ortodoxas, especialmente para las mujeres, que no pueden mostrar sus bellas cabelleras a la hora de pasear por las calles de Teherán, lugar en el que se desarrolla la mayor parte de la película. Por lo menos eso es lo que rescata nuestra niña que se siente en un estado límite. Seguramente, otras situaciones producen mucho más estupor, pero desde la mirada femenina de Marjane, todo es tan distinto a las costumbres occidentales a las que ella estaba un poco más habituada a partir de su propia familia, que las libertades y derechos individuales pasan a un segundo-primer plano. La guerra con Irak marca un precedente. Los dos polos del mundo se enfrentan en este territorio.
 De ahí en adelante, podemos darnos cuenta como la sociedad de Irán comienza a marcar la vida de Marjane, siendo reprimida en sus actos, voces y sueños. Quiere estar en otro lado, y su abuela aporta con otro tanto al contexto, a partir de conversaciones locuaces, irónicas y por qué no, graciosas. Pena, mucha tristeza hay en la película. Crece y las marcas ya son heridas que la hacen huir de este lugar-nación, buscando su identidad, sus primeros amores, sus primeras libertades no libertades en tierra extranjera. Aunque Marjane siempre fue libre dentro su cabeza (hasta cierto limite se comprenderá) Adolescente viaja, y descubre. Ríe, pero llora. Es y no es. No sabe. No quiere. Quiere. Pero lamenta. Y sufre. Su familia la acompaña en cada uno de esos instantes. Y lo mismo. Sufren, son y no son. Quieren, pero no pueden. Una vida desgarrada por el conflicto de su país, la identidad no madura y situaciones sin resolver.
 ¿Qué responsabilidad tenemos como sociedad para con las personas? Toda la responsabilidad. Las debemos proteger, cuidar. Deben ser receptoras de un ambiente sano, de crecimiento y apoyo. El desafío de parecer y ser, a partir de nuestras propias voluntades, buscando en la esencia de nuestra existencia. Razón por la cual estamos en este mundo. Traición y poder, influencias. Amor y humildad, libertad. Convertir los colores grises en matices mezclados de color refulgente. Esperando y trabajando por una sociedad mejor. Marjene no lo logra. Muchos más tampoco. Evolución mundial. Veremos que pasa. Seamos nosotros los que aportemos color a ese mundo gris que no me gusta cuando se presenta ante mis ojos de esta manera, que me produce desazón y me inquieta a la hora de cerrar mis ojos.  Por eso, trato de actuar, de moverme. Y es por eso que me gustó Persépolis, y es por eso también que no me defrauda la animación con buenas historias. Porque es sincera con lo que pasa, porque muestra lo que podemos hacer al truncar sueños, infancia y finalmente vida. Hay que hacerse cargo de eso. Y pronto. Y somos también nosotros los que debemos, de alguna manera, buscar el camino para encontrarnos. Y también, a mi gusto, debe ser pronto. Para que de una vez por todas comencemos a disfrutar. 
FICHA TÉCNICA
Título: Persépolis
Título original: Persépolis
País: Francia, USA
Estreno en USA: 25/12/2007
Estreno en España: 31/10/2007
Estreno en DVD (venta): 31/03/2008
Edición especial: 31/03/2008
Productora: 2.4.7. Films , Sony Pictures Classics
Director: Vincent Paronnaud, Marjane Satrapi
Guión: Vincent Paronnaud, Marjane Satrapi
Reparto: Chiara Mastroianni, Catherine Deneuve, Danielle Darrieux, Simon Abkarian, Gabrielle Lopes Benites, Gabrielle Lopes, François Jerosme, Arié Elmaleh, Mathias Mlekuz, Jean-François Gallotte



Persépolis es una película que tenemos disponible, por lo que si quieres verla, cominicaos!